El hecho se produjo a las afueras del aeropuerto de ese lugar en medio de las masivas huidas de afganos que huyen de los talibanes. Desde Estados Unidos, se refirieron a un «complejo ataque que causó varias víctimas estadounidenses y civiles».
Un doble atentado se produjo este jueves en las proximidades del aeropuerto de Kabul, dijo el vocero del Pentágono, John Kirby, que confirmó que hubo “muertos estadounidenses y civiles”. Un vocero talibán habló de 13 muertos, entre ellos niños, según la agencia de noticias Reuters. Miles de personas están congregadas fuera de lo que es la única puerta de salida del país con la esperanza de tomar uno de los últimos vuelos para huir tras la vuelta al poder de los talibanes.
“Podemos confirmar que la explosión en Abbey Gate fue el resultado de un ataque complejo que resultó en una serie de bajas civiles y estadounidenses. También podemos confirmar al menos otra explosión en el Hotel Baron o cerca de él, a poca distancia de Abbey Gate”, tuiteó Kirby. “La explosión fuera del aeropuerto de Kabul se produjo en una de las puertas de entrada y parece ser un ataque suicida”, dijeron tres funcionarios estadounidenses al canal CNN.
En las redes, circulan videos y fotos de heridos siendo trasladados en ambulancias y hasta en carretillas al hospital.
El secretario general de la OTAN Jens Stoltenberg anunció que las fuerzas aliadas tienen la orden de evacuar a la mayor cantidad de gente posible de Kabul, tras las explosiones. Stoltenberg tuiteó: “Condeno firmemente este atentado terrorista horrible. Nuestra prioridad sigue siendo evacuar a la mayor cantidad de personas a un lugar seguro lo más rápido posible”.
Así las cosas en Afganistán
El Pentagono confirma el fallecimiento de al menos 5 militares estadounidenses en el atentado en el aeropuerto de Kabulpic.twitter.com/Uw5xbmiyuS
— 2radl0 ™ (@2radl01) August 26, 2021
Aviso de un “riesgo inminente” de atentado
El ataque ocurrió después de que en los últimos días el presidente estadounidense, Joe Biden, dijera que existe un “riesgo agudo y creciente” de ataque en el aeropuerto de Kabul por parte de la rama regional de ISIS: el grupo Estado Islámico-Khorasan (EI-K), rivales de los talibanes.
El secretario de Estado británico de las Fuerzas Armadas, James Heappey, también advirtió esta mañana de una amenaza terrorista “muy seria” e “inminente” en el aeropuerto de Kabul y por ello recomendaron a sus ciudadanos no acercarse a la zona.
Ya se fueron cerca de 100.000 afganos del país
Según un informe de la Casa Blanca el jueves por la mañana, 13.400 personas fueron evacuadas en las últimas 24 horas (5.100 a bordo de 17 aviones militares estadounidenses y 8.300 en 74 aviones de la coalición). Desde que comenzó el operativo de vuelos de salida el 14 de agosto, Estados Unidos ayudó a evacuar a unas 95.700 personas.
Ante la cercanía de la fecha límite fijada por Estados Unidos para abandonar el país, el 31 de agosto, los gobiernos de Canadá, Francia, Holanda y Bélgica anunciaron que ponían fin a las operaciones de repatriación desde Kabul, aunque eso implique que algunas personas susceptibles de ser evacuadas se queden atrás.
Minutos antes de informar sobre la explosión, Kirby negó reportes de que las evacuaciones de civiles podrían terminar antes de lo esperado debido a las amenazas. “Continuaremos evacuando a la mayor cantidad posible de personas hasta el final de la misión”, tuiteó Kirby.
Según declaró el miércoles el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, los talibanes se comprometieron a “proporcionar y permitir un paso seguro para los estadounidenses, para los ciudadanos de terceros países y para los afganos en riesgo” después del 31 de agosto.
La amenaza del Estado Islámico-Khorasan
Meses después de que el Estado Islámico (ISIS) declarara un califato en Irak y Siria en 2014, antiguos talibanes pakistaníes le juraron lealtad y se unieron a otros militantes en Afganistán para formar un capítulo regional: el Estado Islámico-Khorasan. “Khorasan” es un nombre histórico de la región que incluye partes de lo que actualmente es Pakistán, Irán, Afganistán y Asia Central.
El EI-K reivindicó algunos de los ataques más mortíferos de los últimos años en Afganistán y Pakistán. Masacró civiles en ambos países en mezquitas, santuarios, plazas y hospitales. El grupo, sunita extremista, ha atacado sobre todo a musulmanes que considera herejes, en particular a los chiitas.
Se alza humo tras una explosión fuera del aeropuerto de Kabul, Afganistán jueves 26 de agosto de 2021. Las autoridades no dieron cifras, pero un testigo que se encontraba a 30 metros del lugar dijo que vio varios muertos o heridos. (AP Foto/Wali Sabawoon)
En agosto de 2019, reivindicó un atentado contra los chiitas en una boda en Kabul, en la que murieron 91 personas y otras decenas resultaron heridas.
Además, se sospecha que perpetró en mayo de 2020 en Kabul un ataque que estremeció al mundo. Hombres armados abrieron fuego en la maternidad de un barrio mayoritariamente chiita, donde mataron a 25 personas, entre ellas 16 madres y recién nacidos.
En las provincias en las que se implantó, su presencia dejó profundas huellas. Sus hombres mataron a tiros, decapitaron, torturaron y aterrorizaron a los aldeanos y dejaron minas por todas partes.
Aunque son militantes islámicos sunitas de línea dura como los talibanes, también son rivales y difieren en detalles sobre religión y estrategia, y cada uno dice ser el verdadero estandarte de la yihad. El Estado Islámico fue muy crítico con el acuerdo del año pasado entre Washington y los talibanes que condujo a un pacto para la retirada de las tropas extranjeras, acusándolos de abandonar la causa yihadista.
Un comentario del EI publicado tras la caída de Kabul acusó a los talibanes de traicionar a los yihadistas con el acuerdo con Washington y prometió continuar su lucha, según el SITE Intelligence Group, que monitorea las comunicaciones de grupos militantes.
Información de TN