Según indicaron los reportes policiales, el menor estaba andando en su moto y fue perseguido por los efectivos. Allí un “disparo accidental” habría ocasionado la muerte del joven. Familiares y amigos se enfrentaron con la policía.
Un adolescente de 16 años fue asesinado de un disparo en el pecho por un efectivo de la Policía Bonaerense en la localidad balnearia de Miramar, quien quedó detenido tras el hecho.
Según confirmaron fuentes policiales a la agencia Noticias Argentinas, todo ocurrió esta madrugada, alrededor de las 4, cuando el joven que se encontraba en la plaza de Miramar en una moto e intentaba ser identificado por efectivos del Comando de Patrulla local.
El joven se dio a la fuga después de que lo quisieran parar en un control policial. En ese momento, se emitió un alerta radial. Rápidamente, un patrullero lo interceptó de frente en la calle 8, entre 34 y 32, y allí, según dijeron los efectivos que participaron del operativo, el joven, identificado como Luciano Olivera, detuvo la marcha de la moto, personal policial descendió del móvil y el chico se dirigió directamente hacia el oficial Maximiliano González, quien preventivamente sacó su arma reglamentaria de la cual se habría escapado accidentalmente un disparo que impactó en el tórax del adolescente quien cayó inmediatamente al piso.
Sin embargo, amigos de la víctima contaron que el joven “se asustó y se fue” cuando los agentes le dieron la voz de alto en el control policial, y que además cuando empezó una breve persecución hubo una pelea y gases lacrimógenos.
Tras disparar contra el adolescente, el efectivo fue trasladado a un hospital de la zona con una crisis de nervios y quedó con custodia: según el primer reporte policial, el agente declaró que “se le escapó un tiro”.
Familiares, vecinos y allegados al joven asesinado durante la madrugada de hoy en la localidad balnearia de Miramar protagonizaron un enfrentamiento con la Policía en medio de las tareas de recolección de pruebas.
La fiscal Ana María Caro se hizo presente en el lugar y poco antes de las 9:00, luego de que el cuerpo del adolescente fuera retirado y mientras los peritos de la Policía Científica trabajaban en la escena del crimen, se desató un enfrentamiento entre familiares, vecinos y allegados al joven y la Policía.
La gente comenzó a arrojar piedras y otros elementos contra los móviles policiales, mientras que los efectivos intentaron repeler las agresiones con postas de gomas y gases lacrimógenos.