Sin las dificultades que imponía el default, la entidad que conduce Sturzenegger se acerca a entidades financieras para obtener mejores rendimientos.
El presidente del Banco Central (BCRA), Federico Sturzenegger , aprovechó el Foro de Davos para sellar alianzas con varios de ellos. Ya sin el corsé del default y la amenaza de embargos por parte de fondos buitre, el Central quiere buscar acuerdos con al menos 15 instituciones financieras internacionales para poder invertir sus reservas de forma diversificada.
«Tenemos reservas por primera vez. Tenemos obligación de invertirlas y de pensarlo», dijo Sturzenegger en un diálogo con los medios. En el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), el BCRA ya firmó acuerdos con el HSBC y con el banco UBS, pero dice que la idea es mucho más ambiciosa, dado que quiere lograr tener entre 15 y 20 acuerdos. «Es abrir el menú de inversiones para las reservas», explicó el número uno de la autoridad monetaria.
Mientras la Argentina estuvo en default -desde 2001 y hasta mayo del año pasado-, el BCRA no tuvo demasiada libertad para mover sus reservas. De hecho, los fondos que históricamente mantenía en Estados Unidos los tuvo que trasladar al Banco Internacional de Pagos (BIS, por sus siglas en inglés) para evitar que fueran presa de los fondos buitre.
Así, los únicos dos bancos en los que el Central podía atesorar sus fondos fueron hasta ahora, el BIS y el Banco de Francia. El dinero de la autoridad monetaria estaba así invertido casi exclusivamente en instrumentos líquidos, con la excepción de los casi US$ 2000 millones en barras de oro que la autoridad monetaria mantiene en sus arcas.
«Tenemos un manual sobre cómo invertir las reservas que se actualiza todos los años; lo hicimos la última vez hace pocos meses», explica Sturzenegger. «Ahora que tenemos la libertad de poder elegir en dónde invertimos las reservas esperamos poder subir la rentabilidad rápido», agregó.