En la causa en la que se investiga el lavado de dinero, el juez Ercolini llamó a indagatoria a la ex Presidenta y a su hijos Máximo y Florencia Kirchner.
El juez Julián Ercolini citó a indagatoria a Cristina Fernández de Kirchner el 9 de noviembre para que declare en la causa Hotesur, donde se investiga el lavado de dinero. También llamó a sus hijos Máximo y Florencia a presentarse el 13 y 15 del mismo mes. Y hay 20 involucrados más.
La causa puso la lupa en la empresa familiar dueña del hotel Alto Calafate. El llamado a indagatoria incluye a Lázaro Báez dueño de Valle Mitre SRL y a su hijo Martín Báez, empresa que administró el hotel desde 2008 a julio de 2013 y que además alquiló habitaciones que nunca utilizó.
También fue citado Osvaldo Sanfelice, quien gerencia el hotel actualmente. Asimismo, el magistrado mantuvo la inhibición general de bienes sobre los imputados, entre ellos los 4,6 millones de dólares de Florencia Kirchner.
De hecho, planteó en su resolución citando a los fiscales, que se «habrían montado un circuito económico basado en la actividad hotelera que les habría permitido canalizar regularmente los fondos desde las empresas contratistas de la obra pública y sus vinculadas -propiedad de Báez-, a favor de la empresa Valle Mitre SA».
La acusación sobre la familia Kirchner es por lavado de activos a través de sus hoteles: Alto Calafate, Las Dunas y La Aldea, que hasta 2013 fueron gerenciados por el empresario K y posteriormente, por Sanfelice a través de la firma Idea SA.
Mientras el amigo y ex socio de la ex familia presidencial era el principal adjudicatario de obra pública vial en Santa Cruz (52 contratos por $ 46.000 millones), paralelamente garantizaba «a los ex presidentes y a sus hijos ingresos millonarios a partir del alquiler de sus establecimiento hoteleros«, consignó el juez. Todo permitió a la entonces familia presidencial «aumentar notablemente su patrimonio«.
