Con diferentes invitados de Latinoamérica, la compañía realizó el webinar denominado “Las Mujeres Transforman”, un espacio de reflexión y diálogo acerca del rol vital de las mujeres en el desarrollo económico de las comunidades.
Con el fin de celebrar el positivo resultado de su programa “5by20”, Coca Cola realizó este martes el webinar denominado “Las Mujeres Transforman”, un espacio de reflexión y diálogo acerca del rol vital de las mujeres en el desarrollo económico de las comunidades.
Hace una década, la compañía se propuso la meta ambiciosa de finalizar el 2020 habiendo acompañado el crecimiento económico de 5 millones de mujeres alrededor del mundo, y para ello creó el programa “5by20”, presente en más de 200 países a lo largo de 10 años, y que hoy, a la hora del balance, arroja un saldo más que positivo.
Apoyar, inspirar y motivar a las mujeres no es sólo un imperativo moral; es también un hecho de relevancia económica: según el Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas, ellas son las responsables del 66% del trabajo que se realiza en el mundo y de producir el 50% de los alimentos que se consumen, pero perciben sólo el 10% de las ganancias. Sin embargo, casi la totalidad de sus ingresos, el 90%, lo reinvierten en sus familias y en sus comunidades, dinamizando las microeconomías en las que residen.
En Argentina, la iniciativa global 5by20 se realizó junto a socios como Fundación Global y la Unión Kiosqueros de la República Argentina y llegó a 10.537 mujeres con talleres, capacitaciones, cursos y becas de estudios.
Moderado por Gala Díaz Langou, Directora del Programa de Protección Social del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC), los participantes compartieron un panorama de las realidades que afrontan las mujeres en la región en pos de su desarrollo económico.
“Las mujeres enfrentamos más y mayores barreras en todas nuestras trayectorias laborales. Esto se debe muy frecuentemente al trabajo invisible y no remunerado que se realiza en el interior de los hogares. También tenemos mayor desempleo, informalidad y trabajamos en sectores menos dinámicos de la economía y con más interrupciones. La pandemia generada por el Covid-19 está ampliando estas brechas y agravó nuestros problemas. El trabajo de cuidados creció en tiempo e intensidad, y está recayendo mayoritariamente en los hombros de las mujeres”, introdujo Díaz Langou.
Erradicación de la violencia contra la mujer
Por su parte, desde Uruguay, María Noel Baeza, Directora Regional de ONU Mujeres para las Américas y El Caribe, afirmó que “invertir en el empoderamiento económico de las mujeres establece un camino directo hacia la igualdad de género y a un crecimiento económico”. “Antes de la pandemia había muchas desigualdades estructurales, y el Covid desnudó también los problemas de discriminación que existen en nuestra sociedad. La pobreza va a aumentar un 38% en América Latina y las mujeres, que constituyen el 74% de las empleadas en el sector sanitario y social, ocupa solo el 25% en la toma de decisiones”, remarcó.
Y agregó: “A esta situación también se le añade la brecha salarial. Las mujeres ganan 25% menos que los hombres. Antes de la crisis por el Covid-19, las mujeres dedicaban el triple del tiempo al trabajo doméstico y esto aumentó considerablemente, porque los niños no están en las escuelas. En el hogar le quita a la mujer la posibilidad de tener tiempo para desarrollarse”.
Baeza también sostuvo que “estamos trabajando para contribuir con medidas de recuperación que demuestran la necesidad de crear y fomentar políticas de redistribución del trabajo en el hogar pero también de corresponsabilidad de los hombres. Promovemos sistemas integrales de cuidado como un catalizador para la recuperación socioeconómica y tenemos que invertir en políticas del cuidado para permitir la creación directa o indirecta de empleo de calidad”.
Por otro lado, señaló que el sector privado tiene un rol clave que jugar a través de iniciativas que amortigüen las tensiones productivas generadas por la crisis. “Debemos fortalecer tanto la en la inversión pública como privada, en lo que llamamos el cuarto pilar de la protección social y establecer sistemas nacionales de cuidados. En cuanto al financiamiento innovador con enfoque de género, nuestra región tiene muchas oportunidades y necesitamos que el sector privado promueva la igualdad mediante la incorporación de una perspectiva de género. Bregamos para que existan compras inclusivas que permiten a la mujer tener una posibilidad de venderle al Estado y tener órdenes de compra que le permitan desarrollar sus oportunidades de negocio”, expresó.
“Nosotros tenemos muchas prioridades pero la principal es la eliminación de la violencia contra la mujer. Debemos luchar para que esto se acabe. No es solamente un imperativo moral o ético, sino que es un mal negocio. La violencia genera pérdidas enormes en los Gobiernos y en empresas cuando la mujer tiene baja autoestima y no puede producir. Invitamos a todas las partes a un diálogo social y a una participación mucho más activa”, concluyó.
Derribar techos y paredes
En tanto, Ángela Zuluaga, VP Senior de Asuntos Públicos, Comunicaciones y Sostenibilidad de Coca-Cola para América Latina, hizo hincapié en el programa “5by20”. “El proyecto empezó hace 10 años y nos pusimos una meta muy ambiciosa que era mejorar a cinco millones de mujeres alrededor del mundo, y con total orgullo, puedo decir que se está cumpliendo esta meta en el cierre de este año. Hemos puesto nuestro granito de arena para transformar un mejor mundo para las mujeres”, dijo.
“Creemos en el poder de transformación de las mujeres y sabemos el rol que tienen en la sociedad, en la familia, los negocios, en comunidades y barrios para llegar a hacer un mundo mejor”, subrayó Zuluaga.
También indicó que “las mujeres controlamos las los dos tercios del gasto del planeta y representamos el 66% de la fuerza laboral, pero solamente recibimos el 10% del ingreso total. En empresas donde hay dos o tres mujeres que ejercen funciones de liderazgo tienen un desempeño muchísimo más alto a nivel de compañía, y eso explica el rol y la relevancia que tienen las mujeres”.
“Hay que brindar oportunidades laborales a las mujeres. Estamos tratando de derribar techos de cristal y acabando con esas paredes en la que nos han embarcado en muchos casos a las mujeres. Muchas, con su capacidad y tenacidad, y ganas de salir adelante, pueden transformar al mundo”, aseguró Zuluaga.
Ejemplo de crecimiento
Durante, el webinar, Denisse Dalence, de Cochabamba (Bolivia), propietaria de un local gastronómico, comentó sobre su experiencia de formar parte del programa de la compañía. “Es un orgullo representar a las mujeres bolivianas. La capacitación que hice para mi negocio fue muy importante y de gran valor porque en este momento de la pandemia decidimos adaptarnos y replantearnos como muchos y decidimos mejorar en procesos. Y hacer que nuestro restaurante tenga una mejor posición para sobrellevar la crisis. En base a estas herramientas de capacitación mejoramos nuestros procesos, y el resultado final fue la mejora y hacer toda una industrialización de los servicios para que crezca nuestro negocio”, contó.
Oportunidad histórica
A su turno, la Presidenta de la Asociación de Emprendedoras de Chile, Alejandra Mustakis, destacó la importancia del programa en su país, ya que se desarrolló conjuntamente con el Ministerio de Economía a través del desarrollo de talleres para mejorar la competitividad y aumentar la rentabilidad de los negocios en los barrios.
“El mundo cambió y hay que repensar todas las variantes de la economía, porque se terminó la Era Industrial, muy masculina, y ahora surgió la Era Digital, que es muy femenina. Estemos en el centro de la historia, es una oportunidad única e histórica, estamos en un renacimiento”, manifestó.
Además, dijo que unidos “podemos desarrollar muchos emprendimientos sociales y reinventar el mundo desde la región, y no esperar que otros países vengan a decir cómo son las cosas. Las mujeres son vitales”.
El apoyo a las más vulnerables
A todo esto, Martín Burt, Director de la Fundación Paraguaya, comentó sobre su accionar como la única organización en Paraguay que concede microcréditos y ayuda a la inclusión financiera de las personas más vulnerables. “Uno de los ejes de trabajo fue la capacitación para que las mujeres puedan fortalecer sus habilidades emprendedoras y salir adelante. Nosotros formamos a muchas mujeres emprendedoras, con una opción preferencial por las más humildes y excluidas”, apuntó.
“Nuestro trabajo es enseñarle a confiar en sí mismas, a trabajar en grupo y elaborar una visión para generar recursos e identificar las oportunidades en sus asentamientos urbanos o rurales, a través de una metodología que diseñamos en Paraguay que se llama el ‘Semáforo de la Eliminación de Pobreza’ para que ellas mismas se autodiagnostiquen en empleo, salud educación y vivienda, para luego hacer un plan de capacitación”, detalló Burt.
Andrea de la Piedra García, co fundadora y CEO de Aequales de México, remarcó que hace 6 años “que empezamos con la mirada de que las empresas pueden ser el agente de cambio para el cierre de brechas de género. El trabajo no remunerado y las cargas domésticas que afectan el desarrollo de las mujeres no solo afecta a las empresas, sino también a los emprendimientos. Las organizaciones deberían trabajar en este tema porque si no lo hacen pierden dinero y ventaja competitiva. Está comprobado que las empresas que tienen mujeres son más rentables”.
El imperativo de igualdad
Por último, Joaquin Morixe, Director Ejecutivo de Endeavor, una organización uruguaya sin fines de lucro que lidera el movimiento de emprendedoras, dijo que tratan de transmitir soluciones y compartir experiencias y le muestran a las emprendedoras que no están solas.
“Fue una experiencia lindísima que nos permitió conocer historias de mujeres que estaban empezando con sus negocios, y le generamos instancias de inspiración para que después de 4 años más de 160 nuevos emprendimientos se hayan creado en Uruguay gracias a estas historias inspiradoras. El poder de la inspiración es enorme. Garantizar una mayor igualdad en la economía para todos y todas debería ser un imperativo. Cerrar las brechas de género garantizan los derechos de las mujeres y las niñas, y contribuyen al crecimiento y al desarrollo”, remató.