«Estoy cerca del querido pueblo cubano en estos momentos difíciles, en particular de las familias que más sufren», dijo el Pontífice en referencia a las protestas durante los últimos días.
El papa Francisco expresó este domingo su solidaridad con el pueblo de Cuba «en estos momentos difíciles», en referencia a las protestas que se comenzaron a desarrollar hace una semana.
«Estoy cerca del querido pueblo cubano en estos momentos difíciles, en particular de las familias que más sufren. Pido al Señor que les ayude a construir en paz, diálogo y solidaridad una sociedad cada vez más justa y fraterna. Exhorto a todos los cubanos a encomendarse a la protección maternal de la Virgen María de la Caridad del Cobre. Ella les acompañará en este viaje», dijo el pontífice tras la oración del Ángelus, reportó la agencia Sputnik.
El 11 de julio se desarrolló en Cuba una manifestación popular en el occidental municipio de San Antonio de los Baños, detonada por la crisis económica y el incremento en los casos de coronavirus, la cual fue replicada luego en otras localidades del país.
Las protestas, inéditas desde la década del ’90, durante la crisis que sobrevino por la caída de la Unión Soviética, que era el principal aliado del Ejecutivo cubano, derivaron en choques con fuerzas del orden y simpatizantes del Gobierno, llamados por el presidente Miguel Díaz-Canel a defender las calles ante la sospecha de incitación a la protesta desde fuera de la isla.
Sin un programa ni liderazgo definido, los manifestantes reiteran consignas de «libertad» y exigen cambios en el país, en medio de reclamos de una intervención humanitaria con el presunto fin de encarar los estragos de la pandemia.
En ese escenario se registraron disturbios y actos vandálicos que motivaron una serie de arrestos en el país, y al menos una persona murió en circunstancias no especificadas en un choque con la policía en La Habana.
Díaz-Canel admitió que existen razones para el malestar social, pero las achacó fundamentalmente al bloqueo económico, financiero y comercial que EE.UU. mantiene contra Cuba hace más de seis décadas, pero que se hace notar especialmente en la falta de insumos para combatir la pandemia de coronavirus.