El fuego se desató a media tarde del miércoles en un andamio exterior de una torre de 32 pisos y rápidamente se propagó hacia el interior del edificio, alcanzando luego siete de las ocho torres del complejo.
Los bomberos continúan este jueves con su segundo día de lucha contra el devastador incendio que arrasó gran parte del complejo Wang Fuk Court, en el distrito de Tai Po, al norte de la región. Hasta el momento, el saldo es de 55 muertos, 68 heridos y 279 personas desaparecidas, en lo que ya se considera el siniestro más mortífero en décadas en Hong Kong.
El fuego se desató a media tarde del miércoles en un andamio exterior de una torre de 32 pisos y rápidamente se propagó hacia el interior del edificio, alcanzando luego siete de las ocho torres del complejo. Bomberos locales informaron que cuatro de ellas ya están bajo control, aunque las tareas de extinción y rescate continúan en condiciones extremas debido a las altas temperaturas.
El complejo afectado cuenta con casi 2.000 departamentos en los que residen unas 4.800 personas, muchas de ellas mayores de edad. Hasta ahora, alrededor de 900 vecinos fueron evacuados y trasladados a refugios temporales, mientras que cientos permanecen desaparecidos.
En paralelo, las autoridades iniciaron una investigación para determinar las causas del siniestro. La policía arrestó a tres hombres vinculados a una empresa de construcción, sospechados de homicidio involuntario. Según trascendió, algunos materiales utilizados en las paredes exteriores no cumplían con los estándares de resistencia al fuego, lo que habría facilitado la propagación de las llamas. Además, se halló espuma de poliestireno altamente inflamable adherida a las ventanas de un piso en la única torre que no fue alcanzada por el fuego.
El Secretario de Seguridad de Hong Kong, Chris Tang, aseguró que se profundizarán las pesquisas sobre los materiales empleados en la construcción. La policía también allanó las oficinas de Prestige Construction & Engineering Company, encargada de las renovaciones en el complejo, donde incautaron documentación como parte de la investigación.
El líder de Hong Kong, John Lee, anunció que el gobierno dará prioridad absoluta a la tragedia y suspendió la campaña electoral para el Consejo Legislativo prevista para el 7 de diciembre.





