“La mecánica del agresor para perpetrar su ataque se dio con mayoría de cortes y no con lesiones punzantes, usando el arma blanca como si fuese un látigo”, precisó a una fuente judicial.
Ante la intensa búsqueda del joven de 17 años de la familia que fue brutalmente asesinada en Melchor Romero, se conocieron los primeros resultados de la autopsia de las víctimas.
El resultado preliminar reveló que “la mecánica del agresor para perpetrar su ataque se dio con mayoría de cortes y no con lesiones punzantes, usando el arma blanca como si fuese un látigo”, precisó a una fuente judicial a Télam.
Además, se determinó que el asesino que mató a su mamá, a la pareja de la mujer y a una nena de cinco años usó una cuchilla con una hoja de cuatro centímetros de alto y “un filo notable”, con la que le provocó entre 10 y 13 heridas cortantes a cada una de las víctimas.
El ataque, duró apenas unos minutos y los especialistas creen que las víctimas podrían haber estado dormidas cuando todo empezó. Aunque, algunas de las lesiones que tenían los dos adultos determinaron que intentaron defenderse.
Los cuerpos fueron descubiertos unas 18 horas después de cometida la masacre: Raúl Bravo murió como consecuencia de “una herida a la altura del corazón” de entre las doce puñaladas que recibió; Graciela Holsbak fue a acuchillada la misma cantidad de veces y presentaba “una herida mortal a la altura del abdomen”; en tanto, Alma, “murió por una herida cortante en el cuello” y después intentaron descuartizarla con una sierra.