El presidente de Brasil busca delinear el plan de asistencia federal tras los enfrentamientos que dejaron decenas de muertos en la ciudad carioca.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, encabezará este miércoles una reunión clave con funcionarios del Gobierno y autoridades de la Policía Federal para delinear el plan de asistencia que será enviado a Río de Janeiro, tras los graves enfrentamientos registrados en los últimos días.
Según fuentes oficiales, el encuentro buscará coordinar medidas concretas para contener la escalada de violencia en la ciudad, que ya dejó un saldo de 64 personas fallecidas. La situación generó alarma en el Ejecutivo y reactivó el debate sobre el rol del Estado en la seguridad urbana.
La convocatoria incluye a representantes del Ministerio de Justicia, Seguridad Pública y Defensa, y se espera que se anuncien acciones integradas entre fuerzas federales y locales. El objetivo, según trascendió, es reforzar la presencia estatal en zonas críticas y garantizar la protección de la población civil.
El gobernador, Claudio Castro, confirmó el balance de bajas, refiriéndose a los muertos como «18 criminales neutralizados». Castro, un aliado del expresidente Jair Bolsonaro, también sostuvo que «lamentablemente, las muertes afectaron a sus policías». El gobierno estatal informó además que 81 personas fueron detenidas y se incautaron 42 fusiles y una «gran cantidad de droga».
La operación reveló una nueva y peligrosa táctica de los criminales. Castro denunció que la policía fue recibida con «bombas lanzadas por drones». El gobernador publicó un video de uno de estos ataques y calificó la situación como «narcoterrorismo«, asegurando que «no es crimen común».





