Fue luego de que su partido perdiera las votaciones parlamentarias europeas con marcada diferencia ante el partido de derecha encabezado por Le Pen.
El presidente francés Emmanuel Macron desencadenó un terremoto político este domingo al convocar nuevas elecciones parlamentarias después de que su formación perdiera con mucha diferencia frente al partido de extrema derecha Agrupación Nacional en las elecciones europeas del país.
La sorprendente decisión de Macron representa una importante tirada de dados sobre su futuro político, tres años antes de que termine su presidencia. Si el partido de Le Pen, Agrupación Nacional, obtiene la mayoría parlamentaria, Macron se quedaría sin capacidad de influir en la política nacional.
Macron dijo que los resultados eran un desastre para su gobierno, y que no podía pretender ignorarlos. A menos de dos meses de que París acoja los Juegos Olímpicos, dijo que se convocarían elecciones a la cámara baja para el 30 de junio, con una segunda vuelta el 7 de julio, una apuesta política de alto riesgo.
“Este es un momento esencial para aclarar las cosas”, dijo Macron. “He escuchado su mensaje, sus preocupaciones y no las dejaré sin respuesta (…). Francia necesita una mayoría clara para actuar con serenidad y armonía”.
Liderado por el telegénico Jordan Bardella, de 28 años, el RN obtendría alrededor del 32% de los votos en la votación del domingo, más del doble del 15% de la lista de Macron, según las primeras encuestas a pie de urna. Los socialistas se quedarían a un paso de Macron, con un 14%.
Le Pen, favorita para las elecciones de 2027 en las que Macron no puede presentarse, celebró la decisión del presidente.
“Estamos dispuestos a tomar el poder si los franceses nos dan su confianza en las próximas elecciones nacionales”, expresó en un mitin.
Varios asesores de Macron dijeron que el presidente tomó su decisión después del 80 aniversario del desembarco del Día D en Normandía, que se celebró esta semana, cuando se encontró con personas que salían a la calle y decían estar cansadas de las interminables luchas políticas internas en el Parlamento.
Le Pen y Bardella habían tratado de enmarcar las elecciones de la UE como un plebiscito de mitad de mandato sobre Macron, aprovechando el descontento con la inmigración, la delincuencia y una crisis de inflación de dos años.