Los datos de la Fundación Ayudar y Crecer muestra que en agosto hubo 32 víctimas de agresiones por parte de sus parejas o ex parejas, de los cuales cuatros resultaron muertos. Diferentes ONGs se suman al pedido de que así se trate la Ley Alejo en el Congreso.
Un estudio realizado por la Fundación Ayudar y Crecer reveló en el mes de agosto hubo 32 varones víctimas de violencia de género, y de los cuales 4 terminaron siendo asesinados. Los datos surgen a partir de un relevamiento de los casos públicos que tomaron los medios de comunicación.
En ese sentido, En los últimos treinta días, al menos treinta y dos hombres fueron agredidos por sus parejas o ex parejas. Cuatro de ellos fueron asesinados, lo que da un total de 10 hombres que perdieron la vida en manos de mujeres en dos meses.
Las agresiones variaron entre golpes, amenazas, apuñalamientos, denuncias falsas, quemaduras, daños a sus objetos personales, entre otros. Distintas ONGs de todo el país reclaman que se trate el proyecto de Ley Alejo en el Congreso.
“Cada vez que vemos un hombre agredido por su actual o ex pareja nos preguntamos hasta cuando el Estado va hacer oídos sordos a darle contención a toda persona víctima de violencia más allá del género que tenga”, resaltó el diputado Eduardo Cáceres, autor de la Ley Alejo.
Más de ocho hombres por semana fueron agredidos en Argentina el mes de agosto, según lo que los medios locales del interior del país publicaron. Ese es el promedio que arrojó la investigación de la fundación “Ayudar y Crecer”, cuya misión es acercar a la sociedad programas de capacitación y de ayuda social. Vale destacar que como no existen estadísticas públicas –porque el Estado no contabiliza los casos de hombres víctimas de violencia por parte de sus parejas o ex– el informe fue realizado exclusivamente en base a los casos que tomaron estado público en medios de todo el país.
Los medios que registraron casos de violencia desde mujeres hacia los hombres fueron, en primer lugar, de Buenos Aires (10), en segundo lugar, Salta, Córdoba y Mendoza (3 casos cada una), le sigue San Juan, Misiones y Jujuy con 2 casos reportados por provincia y finalmente San Luis, Neuquén, Chubut, Santa Fe, Santiago del Estero, Corrientes y Entre Ríos, con un caso cada una.
Por otro lado, hubo 8 provincias cuyos medios no declararon casos en julio, tales como Chaco, Río Negro, Tucumán, Catamarca, La Pampa, La Rioja, Formosa y Tierra del Fuego.
32 casos en 31días
Los 4 varones que en agosto fueron asesinados por sus actuales o anteriores parejas fueron David Jonathan Chame (asesinado a cuchillazos por su concubina), Rafael Olivera (jubilado de 75 años, asesinado aparentemente por una viuda negra. Se lo encontró fuertemente golpeado, con el tabique roto y le faltaban las yemas de los dedos), un hombre de 38 años asesinado con una cuchilla de carnicero y Juan José Ledesma, de 27 años, quien estaba esperando un hijo y fue asesinado a puñaladas por su novia.
Los casos siguen sucediendo día tras día, por ejemplo este miércoles se conoció el caso de una mujer que prendió fuego la casa de su novio en Misiones, y murieron él y su hijo de ocho años. El caso ocurrió en Misiones pero fue noticia nacional. Ella dijo que solo quería “darle un susto”. Por otro lado, se conoció que en San Juan, un papá fue sobreseído del cargo de abuso sexual hacia su hija, denuncia falsa que le había hecho su ex pareja. Después de tres meses sin haber visto a su hija, la justicia constató que no hay pruebas que demuestren que el hombre haya cometido abuso.
La Ley Alejo
“La ley Alejo persigue conseguir mejores diagnósticos contando los casos en donde el hombre es víctima de violencia, concientizar sobre las falsas denuncias, el daño a los hijos que provocan los conflictos entre progenitores como el impedimento del contacto con los hijos, sean hombres o mujeres, y que la educación es la herramienta más eficaz para combatir la violencia”, comentó el diputado Eduardo Cáceres.
Sin embargo, Cáceres afirmó que “no se entiende todavía nuestro reclamo, pareciera que malintencionadamente o con algún fin político se quiere interpretar que es una lucha de hombres contra mujeres o que se intenta menoscabar algún derecho de la mujer. Categóricamente reconocemos que en su amplia mayoría son las mujeres quienes sufren más violencia, pero con ese argumento el Estado es cómplice de abandonar a los varones por su género”.