El ajuste impulsado en los primeros meses por el Gobierno de Javier Milei había aumentado la pobreza pero en el segundo trimestre comenzó a revertirse.
La pobreza alcanzó al 49,9% de la población, alrededor de 23 millones de argentinos, lo que representa una baja respecto del comienzo del año, aunque aún se encuentra por encima en la comparación interanual, de acuerdo con la medición del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (ODSA-UCA).
A principio de año, con el efecto inicial del ajuste en los primeros meses de Gobierno de Javier Milei, la pobreza había llegado a casi 55% de la población, desde el 44,7% de fines de 2023.
Sin embargo, en el segundo trimestre el número empezó a revertirse y en el tercer trimestre retrocedió a 49,9% de pobreza.
En tanto, la indigencia pasó de 11,9% en 2023 a 12,9% en el tercer trimestre de este año.
En este contexto, se relevó que 29,4% de los hogares debió recortar el gasto en medicamentos; 29,9% no pagó tasas o impuestos; y 27,1% no pudo pagar algún servicio.
Agustín Salvia, director del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA, dijo que “lo que estamos sufriendo hoy no es sólo el efecto de una política de ajuste sino el agotamiento de un ciclo económico que tiene más de 20 años” y consideró que “la política del actual Gobierno era de alguna manera necesaria”.
Al presentar el informe a la prensa, sostuvo que las políticas de ajuste “se hicieron a un ritmo muy acelerado y con alto costo inmediato”, aunque “tuvieron un impacto regresivo de menor profundidad de lo que podía esperarse”.
Afirmó que “los datos tiene efecto estadístico de la caída de la inflación y que no haya caído el empleo, aunque sí creció la informalidad”.
La baja de la pobreza “no necesariamente se expresa en mayores niveles de consumo” debido a que “hay un incremento del gasto en servicios”, agregó.
Entre 2022-2023-2024 aumentó la proporción de personas en situación de indigencia y pobreza.